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La Especulación Financiera Como Delito Contra la Humanidad. Fundamentos en la Historia de la Economía
JAIME GARCIA NEUMANN
Profesor del Departamento de Filosofía del Derecho, Universidad de Valencia (España). Doctor en Filosofía del Derecho por la Universitat de València. Magister Scientiarum en Planificación del Desarrollo por la Universidad Central de Venezuela (CENDES). Licenciado en Filosofía por la Universidad San Buenaventura de Bogotá. Ha sido profesor de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela. Jefe de División de Política Científica y Tecnológica del CONICIT, de Venezuela. Director adjunto de investigaciones sociales de Betaconsulting S.L., en Valencia (España).
RESUMEN: Como lo muestra la historia de la economía, los procesos especulativos suelen conducir a crisis económicas. En el mundo globalizado actual, sus consecuencias afectan el trabajo productivo y la vida de millones de personas en numerosos países, lo que constituye una violación de sus derechos humanos básicos. Es hora de regular a nivel internacional tales procesos y de eliminar de la actividad financiera sus prácticas perjudiciales. En este trabajo presentamos un paralelo entre la crisis de 1929 y la crisis que estalló en 2007, que sigue afectando grandes sectores del mundo. Estudiamos sus orígenes y la relación entre la última crisis con dos hechos: la desregularización neoliberal de los años 70 y el proceso de creciente financiarización de las economías. También, la magnitud de la actual burbuja especulativa y las instituciones y actividades que la alimentan. Concluimos con las propuestas de solución que actualmente se discuten, semejantes a las que tomó en su momento el presidente F. D. Roosevelt. La especulación financiera puede y debe ser declarada delito contra la humanidad.

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España: Fortunas y grandes corporaciones evaden 42.711 millones de euros en el último año

La evasión fiscal de las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas alcanzó los 42.711 millones de euros en el último año, lo que supone el 71,8 por ciento del importe total de estas bolsas de fraude en España, un porcentaje tres veces superior al correspondiente a pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos, según el último informe sobre lucha contra el fraude fiscal elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda agrupados en GESTHA. El informe se realizó a partir de la última estadística del IRPF correspondiente a 2009, declarado en junio de 2010.
Concretamente, las grandes fortunas, corporaciones y grandes empresas evadieron unos 42.711 millones de euros en impuestos, muy por encima de las cifras relativas a ‘pymes’ y autónomos, cuyo volumen conjunto de fraude rondó los 16.261 millones de euros.
A estas cifras hay que sumar la presencia de otros tipos de evasión fiscal de particulares, no empresarios -como son el fraude en las plusvalías, los arrendamientos, las rentas del trabajo o del capital, etc.-, cuyo importe se sitúa en torno a 1.543 millones de euros anuales, lo que arroja una estimación de fraude fiscal total cercana a los 59.515 millones de euros. El fraude fiscal total es prácticamente el doble de los 30.370 millones de euros en que se estima el fraude laboral.
Las grandes empresas, focos de fraude

De este modo, casi las tres cuartas partes de la evasión fiscal de nuestro país se localiza en las 41.582 empresas de mayor tamaño, mientras que las pymes -1.379.961 sociedades que representan el 97 por ciento del tejido empresarial español- tan sólo son responsables del 17 por ciento del fraude fiscal total. Por su parte el colectivo de autónomos, que agrupa a más de tres millones de trabajadores por cuenta propia, aportó únicamente un 8,6 por ciento del fraude en nuestro país a lo largo de este último periodo.
Para el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, “el elevado volumen de fraude de las grandes corporaciones y empresas se sitúa en consonancia con las grandes cantidades de billetes de 500 y 200 euros que se atesoran en nuestro país, ......http://www.librered.net/?p=10093


El reparto del trabajo y el poder de la estupidez

La burbuja inmobiliaria y la posterior crisis fueron el resultado de la incompetencia extrema de los máximos responsables económicos del país. De algún modo, esta gente no se percató, o no se preocupó, de los peligros de los 8 billones de dólares de la burbuja inmobiliaria.


Por desgracia, a los que formulan la economía no les ocurre como a la mayoría de los empleos donde los trabajadores son despedidos cuando cometen graves errores. Así que la gente que hundió la economía es en su gran mayoría parte del mismo grupo que aún está diseñando hoy en día la política. Ahora este grupo de economistas incompetentes nos dice que vamos a tener que soportar cinco años más de altos niveles de desempleo.Sin embargo, el resto del país no debería estar forzado a sufrir aún más porque estos hacedores de la política económica no pueden dominan su oficio. Sabemos cómo conseguir que baje la tasa de desempleo. Keynes nos enseñó hace más de 70 años que solamente tenemos que gastar dinero para eliminar el desempleo masivo. La gente trabaja a cambio de dinero, si el gobierno gasta, entonces la gente trabajará. Es bastante sencillo.
Pero los halcones del déficit parecen tener en gran parte cerrado este camino. Los miembros del Congreso piensan de algún modo que están ayudando a nuestros hijos dejando sin trabajo a sus padres.
Afortunadamente, podemos incluso encontrar un camino para crear empleos que puede dejar satisfechos a los halcones del déficit. Se llama “reparto del trabajo”. El punto básico es tan simple que incluso un economista puede entenderlo.

En vez de pagar a los trabajadores para estar desempleados –en la forma de subsidios de desempleo– podemos pagar a los trabajadores para que permanezcan empleados, pero trabajando menos horas. En efecto, para evitar que un trabajador sea despedido, varios trabajadores recortan tiempo en el trabajo y disminuyen una pequeña parte de su paga. Alemania y Holanda han usado esta vía para impedir que sus tasas de desempleo aumenten a pesar que han experimentado más acusadas depresiones que los EEUU.

El reparto del trabajo